El curso de verano sobre energía, de dos días de duración y organizado por Viesgo en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), fue clausurado ayer por el alcalde de Santander, Íñigo de la Serna; el presidente y CEO de Viesgo, Miguel Antoñanzas; la vicepresidenta de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia, María Fernández; y el vicerrector de Innovación y Desarrollo de Proyectos de la UIMP, Rodrigo Martínez-Val.
Durante el curso se remarcaron cuatro ideas clave: la necesidad de electrificar el país, integrar los mercados, desarrollar el almacenamiento y la importancia de una regulación que permita avanzar e invertir en innovación.
En su intervención, la vicepresidenta de la CNMC incidió en la necesidad de integrar las energías renovables en el sistema, pero “hay que hacerlo de manera ordenada, asegurando el suministro y la competitividad”. María Fernández apostó por una regulación que no paralice la innovación y que incluya al consumidor como parte activa.
El presidente de Viesgo recordó que “el acceso a la energía es un bien esencial ya que es la puerta de entrada a la sociedad del bienestar. Todos debemos implicarnos en la lucha contra la pobreza energética y todo lo que hagamos es poco para apoyar a los más vulnerables”. (Viesgo, la quinta compañía energética de España, tiene firmados varios convenios con comunidades autónomas y cuenta con un programa de ayuda para paliar los efectos de la pobreza energética).
El alcalde de Santander, por su parte, se refirió al “claro compromiso de la ciudad con la eficiencia energética y su avance para consolidarse como una de las primeras ciudades inteligentes”. La gestión eficiente del agua y de los residuos, la reducción de emisiones y una plataforma tecnológica para integrar los servicios son algunos de los elementos clave de la ciudad, según puso de manifiesto Íñigo de la Serna.
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