El sistema de almacenamiento que instalará Mitsubishi suministrará energía a la eléctrica Kyushu Electric Power para que ésta pueda poder aportar un suministro constante de electricidad solar y así aprovechar al 100% la electricidad limpia generada.
El sistema incluye baterías de sulfuro de sodio fabricadas por NGK Insulators y se instalará en una central eléctrica en la prefectura de Fukuoka a finales de marzo de 2016. La red de baterías ocupará una extensión de 14.000 m2 en la localidad nipona de Buzen, y podrá abastecer unos 30.000 hogares, de acuerdo con la información aportada por NGK.
Tohoku Electric Power está construyendo otro sistema de almacenamiento similar aunque algo menor (40 MW), en Minami Soma, al norte de la central nuclear de Fukushima Daiichi, con la misma finalidad.
Ambos proyectos cuentan con el apoyo del gobierno japonés, que aporta una financiación de 31.700 millones de yenes (257 millones de dólares). Con ello, el gobierno pretende solventar el rechazo de las compañías eléctricas niponas a aceptar nuevos proveedores de energía solar al no poder garantizar un suministro constante de energía debido a la intermitencia de la generación.
Los sistemas de almacenamiento, tanto a gran escala como a pequeña, se están convirtiendo en los grandes aliados de las renovables para solucionar el problema.