La evaluación de los recursos renovables mauritanos llevada a cabo por Irena y el PNUD ha arrojado como conclusión principal que "el desarrollo de la energía renovable en el país podría verse facilitado por la red de miniredes eléctricas existente en Mauritania". Los autores del informe consideran que la transición energética mauritana debería ser conducida fundamentalmente por los recursos energéticos autóctonos eólico y solar y que podría ser además impulsada por la cooperación internacional que puede haber en dos marcos, el de la región del Magreb y el del África Occidental. Más aún, Irena y el PNUD consideran que, de llevarse a cabo esa transición, Mauritania no solo estaría en condiciones de satisfacer las necesidades energéticas de su población sino que, además, podría convertirse en nación exportadora de energía limpia.
Conectadas y aisladas
Según ha explicado el director general de Irena, Adnan Z. Amin, "Mauritania ya ha dado pasos hacia el empleo de las energías renovables a gran escala, tanto en lo que se refiere a aplicaciones conectadas a la red, como en lo que respecta a sistemas aislados". Pues bien -explica Amin-, ahora que las energías renovables (cuyos costes han bajado enormemente en los últimos años) son por fin capaces de competir en la mayoría de las regiones del país con los costes de la electricidad generada con combustibles fósiles, a Mauritania -explica el director general de Irena- se le está abriendo una ventana de oportunidad "para replantearse su estrategia energética". Replanteamiento que debe pasar por establecer un nuevo marco -opina Amin- "en el que se integren las soluciones técnicas y los modelos de negocio basados en las energías renovables".
Desde el año 2000
Aunque la cuota de hogares con acceso a la energía eléctrica se ha duplicado desde el año 2000, el acceso a los servicios energéticos sigue vedado para muchos habitantes mauritanos debido a varios factores económicos y geográficos: el crecimiento desordenado de las ciudades y la gran dispersión rural. Según el informe, varias inversiones actualmente previstas -en energía eólica y solar- podrían suponer un gran avance en lo que se refiere a nueva potencia renovable instalada en Mauritania, pero ese crecimiento -matizan Irena y el PNUD- no sería suficiente para abastecer la también creciente demanda del sector minero mauritano. Más aún: el informe estima que la demanda de electricidad en el país crecerá un 600% entre 2010 y 2030, empujada principamente por las crecientes necesidades de la industria, pero también en parte por la asimismo in crescendo demanda doméstica.
Evaluaciones
Los informes de evaluación de los recursos renovables que elabora Irena pretenden ofrecer "una evaluación holística de las condiciones habidas en un país para el desarrollo en él de las energías renovables e intentan asimismo identificar, y destacar, cuáles son las acciones clave necesarias para implementar ese desarrollo". Desde 2011, más de veinte países de África, Oriente Medio, Latinoamérica, el Caribe, Asia y las islas del Pacífico han sido objeto de evaluaciones de estas características por parte de Irena, que ha aprovechado los hallazgos alumbrados por ellas para acelerar el despliegue a escala doméstica de las tecnologías renovables. El presente informe sobre Mauritania -explican desde la Agencia Internacional de la Energía Renovable- proporciona así las bases de una estrategia sólida y viable, a la par que recomienda al país una serie de medidas para apoyar el despliegue a gran escala de las energías renovables. Entre ellas, las siguientes:
• Desarrollar una política nacional de energías renovables.
• Actualizar la regulación eléctrica.
• Crear un marco institucional y regulatorio que facilite el desarrollo de las energías renovables en el país.
• Promocionar el sector industrial renovable y la investigación.
• Desarrollar un marco financiero amable.