Hace una semana, la presidenta de Hulleras del Norte (Hunosa), Teresa Mallada, le presentó al presidente del Principado de Asturias, Javier Fernández, el proyecto de construcción de una planta de fabricación de biocombustibles en las cuencas mineras abastecida con biomasa forestal. La intención era solicitar la colaboración del Gobierno asturiano, no solo por los nuevos puestos de trabajo que conllevaría, sino porque para abastecer la planta se cuenta con la biomasa de montes de utilidad pública, además de masa forestal de los terrenos de la huller. La información de La Nueva España precisaba que antes de proceder a la construcción se deberá concluir el plan de viabilidad, para comprobar que es rentable, establecer el plan de gestión de los montes y abordar la transformación de la biomasa forestal en pelets o astillas.
Por su parte, la sección sindical de Comisiones Obreras (CCOO) en Hunosa ha expresado en el mismo medio sus dudas sobre la viabilidad de la puesta en marcha de la planta. “De dónde va a salir el dinero necesario –afirman–, cuando ni siquiera tenemos noticia del plan de cierre (de minas) presentado al Ministerio de Industria, así como del plan de ajuste que sea garante del empleo y del mantenimiento de las condiciones sociolaborales de todos los trabajadores”. Esta incertidumbre en el aspecto económico y laboral lleva al sindicato a dudar del proyecto presentado al presidente del Principado.
Hunosa hace valer su experiencia en el campo de la co-combustión (combustión de biomasa en centrales de carbón) y recuerda que junto a Pellets Asturias, la Fundación Asturiana de la Energía y el Instituto Nacional del Carbón forman parte del proyecto Pellet-In, destinado a conseguir un pélet industrial idóneo para consumir en centrales de carbón. En mayo de este año se conocieron los resultados de la segunda campaña de pruebas, que se realizan en la central de La Pereda, situada en Mieres. Durante la misma se utilizó un pélet mezcla de chopo y pino con un caudal de 6 toneladas a la hora (t/h), consiguiendo una sustitución del 20% de carbón. Se está a la espera de una tercera prueba, para finales de 2012 y comienzos de 2013, para llegar a caudales de entre 12 y 15 t/h y un 25% de sustitución.