Greenpeace mantiene que el paquete legislativo de la reforma del sector eléctrico propuesto por el Gobierno supone un retroceso histórico en cuestiones energéticas. Desmantela definitivamente el sistema de apoyo a las energías renovables y perpetúa un modelo energético basado en el uso de fuentes contaminantes y la dependencia energética en el futuro.
La organización ecologista considera que la reforma responde, además, a la hoja de ruta de las grandes compañías eléctricas, cuyo único interés es acabar con la competencia que les están haciendo las energías renovables. “Esta premisa está llevada a tal extremo que en el Real Decreto sobre autoconsumo se establecen sanciones de hasta 60 millones de euros a los consumidores que instalen paneles fotovoltaicos sin pagar el peaje de respaldo, concepto inventado por Iberdrola y recogido en el texto legislativo”, destaca la organización.
"Greenpeace pide al Gobierno que retire inmediatamente el proyecto de ley del sector eléctrico y se siente con todos los agentes implicados para diseñar una nueva estrategia energética" ha declarado Julio Barea, responsable de Energía. "El objetivo debería ser colocar a España de nuevo en la senda para ser líder mundial en energía limpia y alcanzar lo antes posible la meta de un sistema energético 100% renovable".
Para la organización ecologista, la reforma energética elaborada por Industria ”carece de estrategia ya que se sustenta en una visión a corto plazo” y “al margen de cualquier planificación energética”. Greenpeace considera que esto aleja a España de cumplir objetivos europeos en renovables, emisiones y eficiencia para las próximas décadas y hace que vaya en la dirección opuesta a países como Alemania o Dinamarca ,que están desarrollando políticas hacia sistemas 100% renovables.