Según el informe Cortinas de Humo , publicado hace unos días por la organización ecologista, las compañías eléctricas están interfiriendo directamente en el actual proceso europeo para definir las nuevas normas sobre la contaminación del aire de las grandes instalaciones de combustión, lo que incluye las centrales térmicas de carbón. Así, asegura Greenpeace, "las mayores fuentes de contaminación se han convertido en sus propios reguladores medioambientales".
De las doce personas que conforman la delegación gubernamental española, ocho pertenecen a empresas eléctricas. De acuerdo con la organización ecologista, España se convierte así en la delegación con más representantes de la industria eléctrica: dos de Gas Natural Fenosa, dos de Endesa, uno de Iberdrola, uno de HC Energía, uno de Elcogas y otro de la patronal UNESA. El siguiente país europeo con más representantes de esta industria contaminante en su delegación gubernamental es Grecia (7 de 7), seguido de Croacia (6 de 6) y Reino Unido (5 de 9).
"Es un escándalo que sean las propias industrias que contaminan la atmósfera las que fijan los límites de emisiones para toda Europa y que España esté, una vez más, a la cabeza de las puertas giratorias", ha declarado Tatiana Nuño, responsable de la campaña de cambio climático de Greenpeace. “Por eso pedimos a Tejerina que expulse a las eléctricas de la delegación española”.
La influencia de las eléctricas se extiende, además, a las propuestas concretas que se están discutiendo. Por ejemplo, la investigación de Greenpeace revela que los delegados del Ministerio de Medio Ambiente de España han argumentado a favor de unos límites de emisión más débiles mediante una declaración que era idéntica a un comentario presentado por la patronal europea de las grandes eléctricas, Eurelectric.
"Los límites industriales de contaminación atmosférica de la UE deben asegurar la protección eficaz ante todo de la salud ciudadana y del medio ambiente. Pero los límites considerados actualmente son mucho más débiles que las normas en vigor para China, Japón y Estados Unidos, porque las normas europeas las están decidiendo las mismas empresas causantes de la contaminación", ha lamentado Tatiana Nuño.
Las centrales térmicas de carbón, recuerda Greenpeace, son la mayor fuente de emisiones de CO2, causantes del cambio climático.