La Unión Europea ha decidido mantener el objetivo de reducción de emisiones de CO2 en un 40% (en comparación con los niveles de 1990), cifra que Greenpeace ha calificado siempre de "muy poco ambiciosa y que estaba basada en un límite al aumento de las temperaturas de 2°C". Ahora, con el objetivo de limitación de incremento de la temperatura de París de 1,5ºC -matiza Greenpeace- "ese porcentaje debería ser mucho mayor". El acuerdo de París exige a las partes firmantes que actualicen los objetivos existentes en 2020 y, posteriormente, cada cinco años (véase Paris Agreement). A este respecto, el comisario de cambio climático de la Unión Europea, Miguel Ángel Arias Cañete, afirmó al final de las negociaciones que "lo que se ha prometido ahora debe cumplirse" (léase su discurso).
Evaluación decepcionante
Para Greenpeace, la evaluación que hace la Comisión Europea (CE) del Acuerdo de París "es decepcionante y pospone cualquier discusión para establecer nuevos objetivos climáticos (más allá de 2030) hasta el año 2023". Si bien se reconoce la necesidad de una mayor ambición, la Comisión quiere esperar hasta mucho después de la publicación del próximo informe de la ONU sobre el cambio climático en el año 2018. Sin embargo, el informe del panel de la ONU sobre el cambio climático, invariablemente, confirmará que los objetivos actuales de la UE son demasiado bajos para evitar los peores impactos del cambio climático.
Retrasando la toma de decisiones
Greenpeace no ve con buenos ojos el que la Comisión quiera posponer las discusiones para establecer nuevos objetivos climáticos (objetivos para más allá de 2030) hasta el año 2023. Los ecologistas creen que lo que pretende la Comisión es esperar hasta después de la publicación del próximo informe de la ONU sobre el cambio climático en el año 2018, algo con lo que no están de acuerdo, pues están convencidos de que "el informe del panel de Naciones Unidas sobre el cambio climático, invariablemente, confirmará que los objetivos actuales de la Unión Europea son demasiado bajos para evitar los peores impactos del cambio climático".
Greenpeace considera que la UE debe reflejar el Acuerdo de París en su legislación sobre renovables y eficiencia
Según Bram Claeys, asesor sobre cambio climático y energía de Greenpeace en la Unión Europea, "tiene la responsabilidad de intensificar la acción climática para reflejar el Acuerdo de París en la próxima legislación sobre energías renovables y eficiencia energética". Según Claeys, "la gente no confiará en la UE si se sigue sin abordar seriamente el problema del calentamiento global y se sigue retrasando la transformación en Europa hacia un modelo energético 100% basado en energías renovables". Los ministros de Medio Ambiente europeos discutirán el documento de la Comisión en una reunión en Bruselas el próximo 4 de marzo.