La prohibición del fracking -explica Greenpeace- es una reivindicación que numerosos colectivos ecologistas y ciudadanos llevan años haciendo "por la peligrosidad de esta técnica, ya que pone en serio riesgo la salud y el medio ambiente". Según la organización ecologista, "los riesgos y consecuencias que conlleva el fracking son inasumibles desde el punto de vista ambiental, social y económico, tal y como se ha demostrado en los países en los que se ha desarrollado esta técnica". La fractura hidráulica -continúa Greenpeace- causa una serie de impactos ambientales, "algunos de los cuales aún no están plenamente caracterizados o comprendidos, como los impactos sobre el agua, la contaminación atmosférica, la emisión de gases de efecto invernadero, la contaminación acústica y los impactos paisajísticos". Por todo ello -ha dicho el responsable de campañas de Greenpeace España, Julio Barea, "es una gran noticia que por fin el Congreso de los Diputados apruebe una prohibición del fracking, ya que el Gobierno del Partido Popular ha estado apostando por esta peligrosa técnica durante toda su legislatura".
Greenpeace critica la postura del Ejecutivo Rajoy
Según la organización ecologista, "la apuesta del Gobierno del Partido Popular por el fracking contrasta con la decisión de lugares como Francia, Bulgaria, Escocia, Gales y Nueva York, que lo han prohibido ya. Actualmente -continúa Greenpeace-, en España están pendientes de aprobación casi un centenar de proyectos; los más avanzados y con mayores posibilidades de llevarse finalmente a cabo son los situados al norte de la provincia de Burgos, que posiblemente (si no se impide), comenzarían este mismo año". En su comunicado, Greenpeace celebra que la mayoría de los congresistas haya votado a favor de aprobar la "proposición no de ley que exige al Gobierno prohibir el fracking o fractura hidráulica en España", denuncia que en el Congreso solo han votado en contra de la prohibición el PP y Foro Asturias y se muestra sorprendida por la actitud de Ciudadanos. “Nos sorprende la abstención de Ciudadanos en este tema, cuando de forma reiterada han manifestado su oposición al fracking”, ha apuntado Julio Barea.
La solución, las renovables
Según Greenpeace, "el fracking supone un retroceso hacia el camino para abandonar los combustibles fósiles y lograr un sistema energético 100% renovable. Estudios como el de “Renovables 100%”, de Greenpeace, demuestran que no solo se puede alcanzar un sistema energético de energías limpias 100%, sino que también sería más barato que continuar dependiendo de fuentes energéticas innecesarias y peligrosas".