“En las calderas de biomasa han repartido los 900.000 euros entre organismos oficiales y empresas y no han dado un sólo euro a las solicitudes presentadas para particulares, que eran la mayoría. Eso sí, hay que salir en la prensa poniéndose la etiqueta de ‘potenciador de las renovables’. Para esto es mejor que no haya subvenciones, porque se crean unas falsas expectativas que luego no se cumplen”. Esta opinión vertida por un lector de Energías Renovables sobre la noticia de concesión de ayudas a renovables del Inega se produjo al poco de conocerse las mismas, el 29 de junio. Quince días después, llegó la rectificación de la Xunta.
La Consellería de Economía e Industria, a través del Inega, anunció que la dotación inicial de 900.000 euros se ampliaba en 200.000 más destinados a la instalación de calderas de biomasa (además de estufas y cocinas calefactoras) ante la alta demanda de peticiones registrada. Según cálculos de la consejería, dicha ampliación permitirá instalar 45 nuevas calderas, que se suma a los 61 proyectos aprobados con la primera partida presupuestaria. Las mismas fuentes calculan que la instalación de las 45 calderas permitirá un ahorro de 5,5 millones de euros a sus propietarios durante la vida útil de las calderas.
La alta demanda exigía un esfuerzo mayor
Recuerdan las autoridades gallegas que, como en el caso de la primera partida, el importe máximo de cada subvención asciende al 30% de la inversión y la ayuda por proyecto no puede superar los 30.000 euros. El sector de la instalación y de las empresas de servicios energéticos gallegas ha visto con buenos ojos la ampliación, pero consideran que sigue siendo insuficiente precisamente por el gran número de solictitudes que se presentaron. Algunas de estas empresas solicitaron subvenciones para instalar veinte calderas de biomasa y ninguna aparece en el listado adicional.
Sin salir de Galicia, el pasado viernes la consejera de Sanidad, Rocío Mosquera Álvarez, presentó las nuevas infraestructuras sanitarias que el Servicio Gallego de Salud va a construir en la provincia de Ourense, entre las que se encuentra la reforma del C.H. Universitario. Entre las nuevas tecnologías están algunas vinculadas directamente a la biomasa, como el uso de materia de la limpieza forestal como fuente energética para producir calor, electricidad y frío. También se empleará un sistema de absorción para enfriar agua que utiliza como fuente el calor sobrante de la cogeneración, la biomasa y de energía solar.
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