El proyecto piloto, que está siendo desarrollado en Haid (Alta Austria), se inició oficialmente el pasado doce de diciembre. Según la multinacional austríaca, una instalación fotovoltaica de 10,3 kWp genera corriente continua de energía solar, que, después, se convierte en corriente alterna y es suministrada para el consumo doméstico. Pero, además, y gracias a un sistema de carga de batería adaptado (Fronius Selectiva Plus), el Fronius Energy Cell rompe la molécula de agua y de este modo obtiene oxígeno e hidrógeno. Este proceso de electrólisis –informa Fronius- permite que la energía solar se convierta en hidrógeno, que se inyecta a la red de gas natural y posteriormente es distribuido. Por otra parte, "el calor residual producido a través de este proceso se utiliza para el pre calentamiento de gas natural que se necesita en las estaciones de reducción de presión". [En la foto, de izquierda a derecha, Heinz Hackl (Fronius), Johann Grünberger (OÖ Ferngas), gobernador de la provincia, Josef Pühringer y Leo Windtner (Energie AG)].