Umea se encuentra a unos 500 kilómetros al norte de Estocolmo y sólo cuenta con alrededor de cinco horas de luz en invierno. En diciembre, cuando la temperatura cae en picado, esta cifra se reduce a una sola hora. Pero sus habitantes cuentan ahora con una nueva “bocanada de energía”: luces anti-SAD (Trastorno Afectivo Estacional)” en 30 paradas de autobus de la ciudad, instaladas por Umea Energi.
Para ello, la compañía ha eliminado la publicidad de las paradas de autobuses y ha instalando en su lugar las lámparas anti depresión, con el objetivo de mejorar el estado emocional de las personas durante esta época del año, ya que los días tan cortos y la falta de luz solar provocan alteraciones afectivas. “Queríamos demostrar que nos preocupamos por la gente que vive aquí en esta época oscura del año, pues las personas se deprimen si no ven la luz”, ha explicado el consejero delegado de Umea Energi, Göran Ernstson .”¡La gente tiene que conseguir su vitamina D de alguna manera!”
La empresa, que desarrolla esta acción en el marco de un nuevo programa piloto, informa que la energía utilizada para alimentar las lámparas de las paradas de autobús proviene de fuentes renovables como la energía solar, la eólica y la hidroeléctrica. Además, las luces filtran los rayos UV nocivos, evitando los potenciales daños a los ojos y a la piel.