La multinacional alemana ha analizado los sistemas de generación de electricidad de toda Europa y, en lo que se refiere a los planes de expansión de las energías renovables, ha identificado un potencial considerable para la optimización, potencial que pasa por saber elegir los emplazamientos de las instalaciones: si estas son construidas en los lugares de Europa que ofrecen las mejores aptitudes eólica y solar, el Viejo Continente podría ahorrarse unos 45.000 millones de euros en inversiones de aquí a 2030. El estudio asegura así que, de los 138 gigavatios (GW) de potencia solar fotovoltaica (FV) que está previsto sean instalados en Europa de aquí a ese año, el Viejo Continente podría ahorrarse hasta 39 gigas de equipamiento solar si esas instalaciones son ejecutadas en los lugares más soleados. Según el presidente ejecutivo de Siemens' Energy Sector, Michael Süß, lo mismo valdría -la búsqueda del emplazamiento idóneo- para la eólica: "la elección del sitio también es crucial para la eficiencia y economía de la energía eólica".
Radiografía global
Siemens está trabajando en cooperación con la Universidad Técnica de Múnich en este examen, que excede las fronteras del Viejo Continente para alcanzar a todo el mundo. El propósito de esta ambiciosa investigación es averiguar cuál es el grado de utilización que hacen los sistemas energéticos de los recursos disponibles, la fiabilidad de suministro, la sostenibilidad de esos sistemas y la eficiencia en cuanto a costes. En fin: toda una radiografía de la situación energética mundial y de los retos específicos que debe afrontar cada región del mundo. Partiendo de la hipótesis de que miles de millones de euros están siendo desaprovechados cada año por culpa de las ineficiencias de los mercados y sistemas energéticos de todo el mundo, el estudio se propone identificar y cuantificar esas pérdidas y proponer soluciones. Siemens presentará sus hallazgos en el World Energy Congress (WEC), que pasa por ser el más importante encuentro sobre energía del año y que tendrá lugar en Daegu, Corea del Sur, en octubre del corriente.
De momento, en el avance de su informe, que ha publicado esta semana, la multinacional alemana ha querido destacar las que considera "palancas" clave para optimizar los sistemas energéticos de todo el mundo, "palancas" que pueden ser más o menos eficaces dependiendo de las características regionales de las redes y parques de generación de electricidad. A continuación, recogemos esas cuatro "palancas".
1. Optimización local de las instalaciones renovables de generación de energía eléctrica: esto significa explotar los potenciales regionales de generación de electricidad limpia al máximo e implica encontrar las mejores localizaciones para las instalaciones solares, los sistemas de bombeo para almacenamiento de hidroelectricidad y los parques eólicos; y, asimismo, significa prestar una especial atención a la expansión de las redes.
2. Mejora de la eficiencia de los sistemas eléctricos como un todo: por ejemplo, la media de eficiencia de las centrales termoeléctricas de carbón en Europa es de solo el 38%, mientras que las centrales más modernas pueden alcanzar el 46%. La instalación de equipamientos eléctricos más eficientes en la industria y los hogares podría recortar las emisiones de CO2 y los costes en un porcentaje mayor aún.
3. Las mejoras en el mix eléctrico: transitando desde el carbón y el fuel hacia el gas -propone Siemens- reduciríamos considerablemente los volúmenes de dióxido de carbono emitidos por la generación eléctrica convencional. Solo eso implica un ahorro anual potencial de CO2 de 365 millones de toneladas en Europa, cantidad equivalente a la mitad de todas las emisiones de Alemania.
4. Mayor empleo de la energía eléctrica para las necesidades energéticas: en vez de generar energía localmente con una baja eficiencia y quemando petróleo y gas natural para calentar edificios, Siemens propone sistemas de calefacción eléctrica de alta eficiencia, al menos en regiones con amplia cobertura de red eléctrica.
Los sistemas energéticos alrededor del mundo varían ampliamente, según el estudio, en función de las condiciones regionales y, además, están cambiando constantemente. El avance del estudio de Siemens aborda varias casos-país. Noruega, por ejemplo, gracias a su topografía favorable, puede fiarse casi exclusivamente de la hidroelectricidad. Al mismo tiempo, es un gran productor de gas natural, la mayoría del cual exporta. Por contra -dice el informe-, muy poca de su abundante hidroelectricidad es actualmente exportada a gran distancia, a pesar de la gran demanda de energía existente en muchos países de Europa.
Alemania y Reino Unido
Otros casos-país citados por Siemens son los de Gran Bretaña y Alemania, países que han optado por el empleo de recursos energéticos renovables a gran escala para sus sistemas eléctricos. Reino Unido intenta expandir su potencia eólica marina para satisfacer el 25% de su demanda de electricidad en el año 2020, mientras que la cuota eólica alemana pretende alcanzar los quince puntos en 2030 (alrededor de 10.000 millones de euros fueron invertidos en instalaciones solares y eólicas de generación de electricidad en Alemana en 2012; este país quiere generar el 80% de su electricidad con energías renovables en 2050). Dados estos ambiciosos objetivos renovables y las "amplias fluctuaciones en la generación de electricidad debidas a las cambiantes condiciones meteorológicas", Siemens considera que serán necesarios almacenes de energía a gran escala y redes de intercambio de gran capacidad con otros países.
El gas barato de Estados Unidos
Al otro lado del Atlántico Norte, Estados Unidos -dice Siemens en su estudio- está actualmente experimentando un bum del gas natural sin precedentes –explotación a gran escala de los depósitos de gas no convencionales- que está propiciando un abaratamiento de este combustible fósil más que considerable. Así, colige Siemens, las centrales termoeléctricas de gas están llamadas a desempeñar un rol mayor en la generación de electricidad en los Estados Unidos en el futuro. La gran nación del norte de América podría estar incluso en vías -dice Siemens- de pasar de ser uno de los mayores importadores de combustibles fósiles a convertirse en uno de los más grandes exportadores. En Asia, por contraste, debido a la ya elevada -y todavía creciente- demanda de energía y debido asimismo a la fuerte dependencia de las importaciones en la región, el gas natural es actualmente alrededor de cinco veces más caro que en Estados Unidos.
Rumbo al World Energy Congress
En su estudio, Siemens está examinando todas estas situaciones regionales y tratando asimismo de identificar las implicaciones que tendrá cada evolución singular para los mercados energéticos vecinos. Uno de los propósitos que persigue la multinacional alemana con esta investigación es determinar cuáles han de ser -dadas las perspectivas económicas nacional y global- las vías de desarrollo más adecuadas para crear sistemas energéticos fiables y sostenibles, con una elevada eficiencia y precios de energía asequibles. Conforme vaya avanzando el estudio, Siemens irá haciendo públicos sus resultados, que va a ir presentando -y sometiendo a discusión- progresivamente en Moscú (cuatro de junio), Juno Beach (Florida, nueve de julio), Pekín (uno de agosto) y Abu Dabi (cuatro de septiembre). La gran presentación tendrá lugar, por fin, en Daegu, Corea del Sur, el quince de octubre, en el marco del World Energy Congress.
Nota
La compañía alemana, promotora del estudio, informa de que dos de sus blogueros están actualmente viajando por todo el mundo "en nombre de Siemens" y publicando sus impresiones sobre los sistemas energéticos que han visitado. Esas impresiones están en blogs.siemens.com/theenergyblog