Papel, construcción y alimentos. Eubia considera que a estas tres industrias, tradicionales usuarias de la mayor parte de la biomasa mundial, se le unirán hasta 2050 otras, como la energía en sus diferentes usos (calor, electricidad y transporte), la química y la de los plásticos. Una demanda creciente, una industria emergente, la explotación sostenible de los recursos (principalmente residuos) y el apoyo de las instituciones europeas están en la base de lo que Eubia considera el despegue de la bioeconomía. En este contexto, publican un documento en el que estiman que en la UE existe un potencial de 269 Mtep de biomasa residual que se podría destinar a alimentar esta bioeconomía.
Con la vista puesta en lo que ha acontecido en el desarrollo de los biocarburantes y la limitación a los derivados de cultivos, en Eubia reconocen que “la tendencia de los sectores emergentes con base biológica está orientando hacia la utilización de materias primas de baja calidad, residuos, subproductos orgánicos procedentes de actividades agrícolas, una pequeña contribución de las plantaciones de ciclo corto y microalgas”. Añaden que, en consonancia con las nuevas políticas de la UE, la intención es “evitar el uso primordial de la tierra y centrarse en la valorización de residuos y las tierras abandonadas”.
Mayor potencial en la agricultura
A partir de aquí calculan ese potencial “sostenible” disponible, que en el caso de los residuos agrícolas alcanzan los 143 Mtep. Reconocen que las tecnologías emergentes relacionadas con las biorrefinerías interfieren aún en la recuperación de las tierras de donde se extraen los residuos, pero recuerdan que “sólo el 20% de los residuos de las actividades agrícolas se gestiona de manera eficiente en la UE, y no hay ninguna región que supera el 50%”.
En cuanto a la biomasa residual procedente de los alimentos, recuerdan que más de 100 millones de toneladas de alimentos (25-28 Mtep) se desperdician cada año en la UE. En este caso no aclaran si ese cálculo tiene en cuenta la posibilidad de aprovechar ese desperdicio en otros ámbitos: bancos de alimentos y otras formas de puesta en valor alimenticio. Tampoco, tras el cálculo de la biomasa residual forestal (200 millones de toneladas convertidas en 85 Mtep) se habla de la jerarquía en el aprovechamiento de residuos orgánicos de todo tipo para otros fines (regeneración de suelos, compost, alimentación de ganado, madera…).
La suma total de la biomasa residual da unos 256 Mtep, aunque en Eubia aproximan la cantidad a los 269 Mtep. En la enumeración de los sectores emergentes que podrían aprovechar este potencial se incluye a la electricidad, los biocarburantes, la bioquímica y los bioplásticos, pero no a la energía térmica. En cuanto a la electricidad, consideran que con el uso apropiado de estas biomasas la participación de la bioenergía en el mix eléctrico mundial pasará del 1,5% actual al 7,5% en 2050. Los datos están basados en pronósticos de la Agencia Internacional de la Energía, que también vaticina un importante aumento entre los biocarburantes en el transporte, que del 3% actual crecerá hasta el 9% en 2030 y al 27% en 2050.