Todo son conjeturas, hipótesis e incertidumbres y así es imposible avanzar, afirman desde el Observatoire des Energies Renouvelables (EurObserv’ER). Critican incluso que en el paquete energía/clima de la Comisión Europea de cara a 2030 los biocarburantes sean ignorados. “En el planteamiento de un 27% de renovables en 2030 en el consumo de energía la Comisión no ha considerado útil o relevante establecer un objetivo específico para el transporte, lo que resulta particularmente perjudicial para el desarrollo de los biocarburantes avanzados y en el corto y medio plazo las perspectivas de crecimiento dependerán de los objetivos de incorporación definidos a nivel nacional”.
Hasta que los nuevos Parlamento Europeo y Comisión Europea salidos de las últimas elecciones europeas no se asienten y comiencen a sacar adelante políticas y normativas pendientes será imposible conocer el presente y futuro que les espera a los biocarburantes en la Unión Europea (UE). En el más inmediato horizonte están en la agenda las reformas de las directivas de energías renovables y de calidad de los combustibles en el transporte de cara a 2020 que, en cualquiera de los escenarios previstos, limitarán la aportación de los biocarburantes convencionales.
Primera bajada de la historia
De momento, esa incertidumbre, asociada a la disparidad normativa existente entre los estados miembros y la crisis económica que ha hecho descender el consumo de combustibles en general y ha cerrado fábricas de biodiésel, han hecho que, por primera vez, baje el consumo de biocarburantes en la UE. Así presenta el panorama el informe elaborado por EurObserv’ER referido a 2013. Nunca antes, desde que en 2003 Eurostat, la oficina de estadística de la UE, comenzó a recoger los datos sobre consumo, este había descendido. De los 14,6 millones de toneladas equivalentes de petróleo (Mtep) de 2012 se ha pasado a los 13,6 Mtep de 2013, lo que supone un 6,8% menos.
Esta caída ha provocado que la tasa de incorporación en el transporte disminuya del 5,1% de 2012 al 4,7%. El biodiésel es el máximo responsable de los malos números generales, al pasar de 11,6 Mtep en 2012 a 10,7 en 2013. El etanol, con 2,8 Mtep en 2012 y 2,7 en 2013, no sufrió tanto el traspié, de hecho en el barómetro se recuerda que su cuota de mercado dentro de los biocarburantes subió del 19,2 al 19,9%, sumándole el etanol que se utiliza como aditivo en las gasolinas, el ETBE (etil terbutil éter).
En el barómetro de EurObserv’ER tienen claras dos cuestiones: la primera es que el descenso se debe principalmente al bajón del consumo en España, principalmente del biodiésel, y, segundo, que esta situación se explica por la drástica reducción de los objetivos de biocarburantes en el transporte, que sitúa a nuestro país entre los países con las tasas de incorporación más bajas de la UE. España, con el 4,1% de objetivo general (RDL 4/2013), está solo por delante de Reino Unido, Grecia y Croacia y muy alejado de Francia (7,5%), Polonia (7,1%), Eslovenia (7%) y Suecia (6,4%), según un estudio elaborado por la sección de Biocarburantes de la Asociación de Productores de Energías Renovables (APPA) que recoge EurObserv’ER.
Con este precedente, y como ya se publicó en esta revista en un reportaje del número de junio, los datos que avanzó la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) daban un descenso en el consumo de biodiésel entre 2012 y 2013 del 58,5% y de bioetanol del 15,61%. Las cifras que ahora aporta EurObserv’ER, convertidas en toneladas equivalentes de petróleo, reflejan un paso de 2,1 millones en 2012 a 997.000 en 2013, es decir, menos de la mitad. Este acusado descenso ha hecho que España baje del tercer al quinto puesto en consumo en la UE.
Auge del biodiesel de aceites usados
Las miradas por la responsabilidad en la caída se dirigen también hacia Alemania, ya que en 2013 eliminó la excepción de la tasa de hidrocarburos para el biodiésel, medida que también implementó España para todos los biocarburantes a principios del pasado año. Sin embargo, a pesar de un descenso del 10,8% en biodiésel y un 3,4% en bioetanol, Alemania sigue al frente de la clasificación de los Veintiocho. Destaca además la subida del consumo de biometano, que pasó de 30.000 tep en 2012 a 35.000 en 2013. En relación a este biocarburante, Suecia (séptima en la lista general) sigue siendo líder, con 85.000 tep. Los números de Alemania provocaron que la tasa de incorporación en el transporte pasara del 5,8% al 5,2%.
Otra lectura que hace EurObserv,ER sobre el descenso del consumo de biodiesel en Alemania es que la eliminación de la exención parcial de la tasa de hidrocarburos condujo a un aumento en el consumo del producido a partir de aceite usado de fritura, “que ofrece a los distribuidores las ventajas de ser contabilizado por partida doble a los efectos de su obligación de incorporación y con una cantidad ilimitada”.
El barómetro dedica un espacio destacado al aumento del biodiésel derivado de aceites vegetales usados y grasas animales, tanto en consumo como en producción, asociándolo directamente a los de segunda generación y esa capacidad para contar doble en los objetivos de cada país. En el apartado de la producción destaca la puesta en marcha en el puerto de Ámsterdam (Holanda) de una planta de 150.000 toneladas de producción anual por parte de Sinaman Groep, que ya contaba con una instalación similar (100.000 toneladas) a través de la filial Biodiesel Amsterdam. También reseña la primera planta de biodiesel de estas características que entró en funcionamiento en Portugal en 2013, en la localidad de Sines, impulsada por Galp.
Siguiendo el repaso por los países que ocupan las primeras posiciones se observa también la bajada de Italia, el mantenimiento de Francia y las subidas notorias del Reino Unido, Polonia y Suecia. Se puede decir que el gran tapado es este país nórdico, porque según la información provisional que aporta su agencia de la energía y a pesar de bajar en bioetanol, la tasa de biocarburantes en el transporte sueco llego al 11% en 2013, superior al muy estimable 8,5% que ya consiguieron en 2012. Pero los buenos pronósticos no acaban aquí. Según estimaciones del centro de investigación Bio4Energy, en 2030 un tercio de los vehículos que circulen por Suecia lo hará con biocarburantes y las materias primas procederán de masas forestales y residuos agrícolas. EurObserv’ER lo sitúa directamente como uno de los países líderes en la producción de biocarburantes avanzados.
El desembarco de Indonesia
En términos absolutos, la mayor subida se ha dado en el Reino Unido, donde el recorte de los porcentajes obligatorios (no son tan drásticos como en España) no ha impedido que, según su agencia tributaria (HM Revenue and Customs), el consumo en volumen se haya incrementado un 13% entre 2012 y 2013 hasta llegar a los 1.585 millones de litros. Sobresale el biodiésel, con un subida del 21%. Según los cálculos de EurObserv’ER sobre energía equivalente el porcentaje en el transporte alcanza el 14,6% del total de consumo de combustibles. En cuanto a Francia, la estadística oficial habla de 2,7 Mtep con una tasa de incorporación en volumen del 6,5%. Se mantiene como el mayor consumidor de biodiésel, con 2,3 Mtep, lo que supone el 21,4% de la UE.
Con este panorama de impasse político a nivel europeo, de dispersión normativa a escala estatal y de retroceso en el consumo y la producción, el barómetro de EurObserv’ER repasa el posicionamiento de la industria. Las diferentes medidas antidumping y antisubvención para favorecer la producción de bioetanol y biodiésel europeo frente a los de Estados Unidos, Argentina e Indonesia reconocen que han aliviado la situación. La Comisión Europea (CE) reconoció incluso, y penaliza, la entrada del bioetanol estadounidense desde terceros países, estudia prolongar las que afectan al biodiésel del mismo país y convirtió en definitivas a finales de 2013 las relacionadas con Argentina e Indonesia. No obstante, las medidas relacionadas con estos dos países están pendientes de decisiones de la Organización Mundial del Comercio.
Pero todas estas iniciativas, incluida la asignación de cantidades de producción de biodiésel establecida en una orden ministerial del gobierno español para plantas europeas, principalmente de nuestro país, llegaron tarde para muchas empresas, según EurObserv’ER. Especialmente damnificada aparece la industria española, con cierre de plantas y una producción muy debajo de su capacidad. De irónico tacha EurObserv’ER el devenir en casos como el de Infinita Renovables, el principal productor de biodiesel por capacidad de España, que a comienzos de este año fue comprada por la multinacional indonesia Musim Mas. Esta última compañía no consiguió ninguna cantidad de producción para sus instalaciones en la orden ministerial, pero sí Infinita Renovables, con 900.000 toneladas para las de Castellón de la Plana y Ferrol (A Coruña).
La firma española anunciaba en mayo que su negocio de biodiesel lo desarrollará Masol Iberia, “sociedad que pertenece en un 100% al grupo Musim Mas y operará y dirigirá el negocio con arreglo a un acuerdo de arrendamiento operativo”.
La irrupción de Indonesia como productor dentro de la UE va más allá del caso español. EurObserv’ER lo encuadra dentro de una reestructuración del sector obligada por el exceso de capacidad y la demanda del mercado. Otro caso citado es el de la multinacional francesa Sofiprotéol y sus dos filiales Diéster Industrie y Diéster Industrie Internacional, principales productores de biodiésel en Europa. Aparte del cierre de dos plantas y la conversión de otra en producción a partir de aceites usados y grasas animales, destaca la salida de su participación en dos instalaciones en Austria y Alemania que compartía con Bunge y la venta a la mencionada multinacional indonesia Musim Mas de otra en Italia.
Misión imposible
En el ámbito del bioetanol, el barómetro destaca el impulso comercial dado al etanol de celulosa con la puesta en marcha de la planta de Beta Renewables (fruto de la unión de la italiana Biochemtex, la estadounidense Texas Pacific Group y la danesa Novozymes) en Crescentino (Italia). Se estima que podrá alcanzar las 60.000 toneladas de producción a partir de materias primas como la paja de trigo y arroz y el cultivo de una planta herbácea, Arundo donax, semejante al bambú. EurObserv’ER prevé que este mercado irá a más, ya que Biochemtex ha firmado acuerdos con el Gobierno italiano para construir tres nueva plantas en este país y ST1 Biofuels Oy en Finlandia y Abengoa en España han puesto en marcha plantas pilotos que producen biocarburantes a partir de diferentes residuos orgánicos.
Con estos vaivenes políticos e industriales, la conclusión final a la que llega EurObserv’ER es que será imposible alcanzar los objetivos planteados en los planes de acción sobre energías renovables que presentó cada Estado miembro a la CE, y que estimaba un consumo de 29,7 Mtep de biocombustibles en 2020. El pronóstico que hace el observatorio, basado en las propuestas de modificación de directivas (tasa de incorporación de biocarburantes, en contenido de energía, del 7% en convencionales y del 0,5% en avanzados), es de llegar a 2020 con un consumo de 22,5 Mtep en 2020.
Más información:
www.eurobserv–er.org
España, contumaz en no certificar ni un solo litro
Uno de los pocos logros que se destacan como positivos dentro del barómetro es el avance en la certificación de la sostenibilidad de los biocarburantes. La ligera subida va de 11,7 Mtep en 2012 a 11,8 en 2013, aunque el porcentaje sobre el total de biocarburantes consumidos pasa del 79,8% en 2012 al 86,5% en 2013. Y todo sin que España aporte nada en este campo.
Un año más, nuestro país aparece con cero litros certificados. Es el único entre los principales consumidores que no certifica ni el biodiésel ni el bioetanol y está en la misma situación que Chipre, Malta, Bulgaria y Finlandia. Pero, así como Finlandia y Chipre están en pleno proceso de entrada en vigor del sistema (se hará efectivo en 2014 según EurObserv’ER), el barómetro insiste en la incertidumbre creada en España.
El mismo RDL 4/2013 que rebajó los objetivos obligatorios de biocarburantes en el transporte establece con la misma excusa (minimizar precios y asegurar estabilidad al sector sin comprometer el cumplimiento de los objetivos para 2020) un periodo de carencia que no precisa para la aplicación de la verificación de la sostenibilidad. En APPA Biocarburantes afirman que “sería conveniente que el ministerio estableciera ya una fecha de entrada en vigor”.