La noticia la recoge en su edición del martes DivulgaUNED, el noticiario de la Unidad de Cultura Científica y de Innovación de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED), noticiario que ha bautizado al dispositivo con el nombre de "microturbina verde". Aunque la microturbina no es un dispositivo de almacenamiento de energía en sí mismo -explica-, sí que forma parte de "un sistema de almacenamiento que ofrece una nueva aplicación tecnológica". El estudio que está en el origen de esta microturbina, y cuyo autor principal es el investigador del Ciemat Francisco Toja-Silva, ha sido publicado en la revista Journal of Engineering for Gas Turbines and Power. Según DivulgaUNED, los ingenieros han utilizado "parámetros y prestaciones de componentes ya existentes –como la turbina o un condensador– para idear un nuevo conjunto que forma el mecanismo completo". En palabras de Toja-Silva, "hemos acoplado las ecuaciones que rigen el comportamiento de cada componente para calcular las prestaciones de todo el sistema".
Para zonas con inviernos largos
El estudio revela "una elevada eficiencia energética del sistema -cuenta DivulgaUNED-, superior incluso que la energía térmica o eléctrica generada por las calderas convencionales". Y es que, según Toja-Silva, "al ser un sistema cerrado, se aprovecha mejor la energía primaria, lo que garantiza su elevado rendimiento energético". En cuanto a las aplicaciones del dispositivo, el ingeniero del Ciemat explica que la microturbina y el sistema de almacenamiento podrían ser adecuados para consumidores que tuvieran un excedente de energía, “bien porque la generan a partir de fuentes renovables, bien porque les interesa consumir energía en horas valle –cuando su coste es menor–, generando hidrógeno y oxígeno con un electrolizador a partir de agua”. El equipo de investigadores liderado por Toja-Silva cree que su microturbina cogeneradora podría ser una solución muy apropiada para "zonas con inviernos largos y fríos, donde existe una demanda energética estable.
Versus pila de combustible
Con ese horizonte en perspectiva, el equipo de Toja-Silva ha calculado el dispositivo "para cubrir una demanda base de energía de una zona residencial de Noruega, porque allí existe una demanda térmica elevada y constante". Según el investigador de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales de la UNED Antonio Rovira, que es otro de los autores del estudio, "también sería aplicable en zonas frías de España, siempre que hubiera una demanda térmica continuada y estable". Así, y según declaraciones recogidas por la agencia EFE, podría utilizarse en invierno en localizaciones como Pirineos, o en cualquier zona donde la demanda de calefacción "sea al menos de cuatro o seis meses, ya que en el aprovechamiento del calor reside la eficiencia del sistema". Y es que, según el autor principal del estudio, la eficiencia es muy alta, "siempre que se aproveche toda la energía térmica", porque en lugares donde la demanda térmica es menor "resultan más rentables otros sistemas, como las pilas de combustible".