Ence no verá cumplido definitivamente su plan de energía renovable 2010-2015, ya que solo ha logrado instalar 70 MW de biomasa eléctrica de los 180 MW que se propuso. La compañía lo ha achacado en ocasiones a la moratoria renovable impuesta por el Gobierno del Partido Popular, pero el caso es que ahora anuncia 260 MW nuevos, de los cuales 140 MW podrían ser los correspondientes a plantas en Canarias que se anunciaron durante la junta general de accionistas de julio de 2014. En un comunicado de prensa actual no precisa la ubicación.
En la presentación de su plan estratégico para el periodo 2016-2020, afirman que Ence alcanzará un EBITDA (beneficio antes de intereses, impuestos, depreciacionesy amortizaciones) de 375 millones de euros en 2020, “lo que supone prácticamente doblar el resultado previsto para el cierre de 2015, que se estima en unos 200 millones”. Este incremento se cimentará en el aumento de la capacidad actual de las plantas de celulosa en 184.000 toneladas, en la generación de energía renovable con biomasa en 260 MW y en la reducción de un 9% de los costes de producción.
Ence quiere ser protagonista de la bioeconomía
En la nota de prensa informan que la generación de energía con biomasa será un capítulo de inversión destacado del plan y precisan que estudian "la apertura de nuevas plantas de biomasa en el mundo”. En la actualidad tienen cinco en España que suman 220 MW, dos en Huelva y una en Mérida (Badajoz), Navia (Asturias) y Pontevedra. Piensan que su experiencia en este terreno les permitirá aprovechar las oportunidades de la biomasa, “que se espera se desarrolle con fuerza en los próximos cinco años”.
Por último, Ence, que forma parte ya de una de las iniciativas más ambiciosas sobre bioeconomía de la Unión Europea, el Bio-Based Industries Consortium, afirma que quiere ser “protagonista” en este campo. Ignacio de Colmenares explicó que “si Ence ha realizado importantes progresos en la generación de energía a partir de la celulosa, también está preparada para afrontar con éxito los retos de la biorrefinería”, y destacó que estudian con detalle ”el funcionamiento de las plantas experimentales que convierten lignina en biocombustible y el desarrollo de productos basados en la nanocelulosa”.