El presidente de Gamesa, Ignacio Martín, explicó a los accionistas que, durante el pasado ejercicio, y tras comprometerse a tener unas ventas de unos 1.900 megavatios eléctricos (MWe), "nuestro volumen se situó en 1.953 MWe, pero lo que es más importante, respecto a la rentabilidad, dijimos que nuestro margen Ebit sería de entre el 3% y el 5% y ha sido del 5,5%". En 2013 -ha concluido Martín- "hemos conseguido todo lo que prometimos hace un año, hemos superado incluso expectativas y nos hemos preparado para un presente y un futuro próximo que se vislumbra de forma muy positiva para nuestros accionistas".
Máquinas más grandes
El presidente de Gamesa ha hecho referencia por otra parte al "principio de acuerdo alcanzado con la compañía francesa Areva para la creación de una joint venture [sociedad conjunta] para el desarrollo del negocio eólico marino". Según Martín, "el futuro de offshore requiere de máquinas mayores a las actuales y muy pocas compañías serán capaces de hacerlo; en Gamesa estamos convencidos de que esta colaboración nos aportará un crecimiento rentable y complementario al Plan de Negocio actual". El presidente se ha mostrado convencido de que esta operación "situará a la joint venture como uno de los players [actores] más importantes de la industria offshore [marina] y generará también importantes sinergias con nuestro negocio onshore [terrestre]".
Perspectivas de la energía eólica
Según el comunicado que ha difundido Gamesa, "las estimaciones de mercado apuntan hacia un aumento de la demanda global eólica terrestre para 2014 del 20% y para los años siguientes se prevé un ritmo de crecimiento anual en niveles del 9%, alcanzando volúmenes de 55 GW instalados en 2018". Estas perspectivas positivas -ha subrayado Martín- hacen de la industria eólica "un actor fundamental en el cambio de modelo productivo que necesita España para orientarse hacia un modelo enfocado a la creación de valor y al reconocimiento de la calidad de los productos españoles en los mercados internacionales, con los mecanismos de apoyo apropiados". Según Martín, la eólica "contribuye además a la creación de conocimiento y de I+D+i, proporcionando inversión, exportaciones y un crecimiento económico distribuido". Por todo ello, España -ha concluido Martín- tiene que reforzar "su carácter atractivo como país exportador de tecnología eólica, tanto para impulsar el futuro del sector, como para fortalecer el peso de la industria en nuestro PIB".