Amigos de la Tierra ha difundido un comunicado en el que "valora negativamente la falta de acuerdos esenciales que dejen un borrador bien atado para ser cerrado en la próxima cumbre de París". Lima ha concluido con "un texto largo que no es más que el clásico llamamiento bienintencionado a la acción, pero que no contiene compromisos nuevos ni concretos". Según el responsable de Clima y Energía de Amigos de la Tierra en España, Alejandro González, "el texto aprobado in extremis en Lima está claramente pensado como una puerta de salida. No se han dado suficientes avances reales en las negociaciones". Dada esa tesitura -la ausencia de pacto global-, la oenegé considera que "la mejor alternativa es la movilización ciudadana". Si los gobiernos no abandonan los combustibles fósiles y el uso indiscriminado de recursos -explica en su comunicado-, "tendrá que ser la ciudadanía la que apueste por las energías renovables comunitarias, la economía verde que cierre los ciclos de producción y los modelos sociales sostenibles y participativos".
Retraso
Un examen meticuloso del largo texto -continúa la oenegé- "permite adivinar un cronograma de elementos que deben definirse desde ahora hasta la cumbre de París; el problema -continúa Amigos de la Tierra- es que muchos de ellos ya deberían haberse acordado en las anteriores cumbres y, sin embargo, es ahora, con prisa, cuando aparecen; así, casi doscientos países, que no han sido capaces de pactar durante años, tienen que hacerlo ahora en menos de doce meses". Así las cosas, concluye la organización ecologista, "los acuerdos de Lima muestran una profunda contradicción: mencionan, por una parte, la urgencia de cumplir con las propuestas científicas que alertan sobre la necesidad de neutralizar las emisiones en 2050 y de no sobrepasar el umbral de 2ºC (e instan a los países a mostrar sus propuestas), mientras que, por otra parte, y por el contrario, el texto final pondría al mundo en la senda de un aumento de temperatura global de 4º".
"Las mismas palabras que se repiten una y otra vez"
En ese sentido, las declaraciones de González han sido muy duras: "son las mismas palabras que se repiten una y otra vez desde la cumbre de Copenhague. Queríamos elementos nuevos y muy elaborados para París, y, en lugar de eso, nos encontramos con una broma pesada. La responsabilidad histórica de los países industrializados se ha diluido, la transición justa para los trabajadores y el Mecanismo de Pérdidas y Daños no aparecen en el documento y los plazos y procedimientos que se plantean no han sido tenidos en cuenta por los principales países contaminantes. Ya ni siquiera podemos asegurar que tendremos un acuerdo legalmente vinculante en París. El elemento más grave es el aplazamiento hasta octubre de 2015 para presentar la compilación de iniciativas estatales de lucha contra el cambio climático. De esta forma, Naciones Unidas solo contará con dos meses para evaluar si las medidas de cada país son acertadas. Vistas las propuestas de Europa y Estados Unidos parece que llegaremos a París sin compromisos suficientes”, ha señalado Alejandro González.