El Ejecutivo Rajoy acaba de decretar una subida del precio de la bombona de butano, subida que rompe la tendencia bajista emprendida por el Gobierno poco antes de las últimas elecciones autonómicas, en marzo de 2015, cuando el Ministerio de Industria, Energía y Turismo comenzó a bajar el elevado precio techo -17,5 euros- que el propio Minetur estableciera en mayo de 2013. El Gobierno, que mantuvo congelado ese precio durante casi dos años, comenzó a reducirlo en marzo y ha seguido bajándolo hasta principios de noviembre, justo antes de las elecciones generales.
Pues bien, a partir de hoy, y según una Resolución de la Dirección General de Política Energética y Minas que apareció publicada ayer en el Boletín Oficial del Estado (BOE), el precio máximo de los suministros de gases licuados del petróleo en envases de 8 y 20 kilogramos será (sin impuestos) de 85,1772 céntimos por kilogramo (hasta ese momento, el precio era de 82,3486 céntimos el kilo, o sea, que el incremento es del 3,4%). El coste de comercialización reconocido a las empresas del sector del butano -explica el BOE- se mantiene en 50,1143 céntimos por kilogramo (cts/kg).
La subida se produce, curiosamente, a pesar de que el coste de la materia prima se ha reducido. Según la propia Resolución del Ministerio, el butano cotizó en el mercado internacional a 374,2 dólares la tonelada métrica en diciembre, mientras que en enero esa cotización ha bajado a los 327,5 dólares (bajada del 12,5%, pues). Es cierto que subió el precio de los fletes (un 10%). El precio regulado afecta a las bombonas de butano que más comúnmente utilizan los hogares, consistentes en envases con carga igual o superior a 8 kg e inferior a 20 kg cuya tara sea superior a 9 kg.
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