El primero de los informes, que el Departamento de Cambio Climático del gobierno británico (DECC) encargó al Offshore Wind Reduction Task Force, señala que, en 2020, se podría llegar a un coste de cien libras por megavatio hora eólico marino generado "con la ayuda de la tecnología y la innovación". DECC afirma que ese coste (100 libras/MWh ó 124 euros/MWh) supone una rebaja de cuarenta libras con respecto al coste actual (140 libras/MWh), todo lo cual se traduciría en un ahorro de 3.000 millones de libras al año si el mercado cumple con el objetivo de conseguir dieciocho gigavatios (18.000 MW) eólicos marinos de aquí al año 2020.
No obstante, para lograr la reducción señalada, es necesario poner a disposición de los tecnólogos más emplazamientos de demostración, según afirma Phil De Villiers, jefe del programa semi-publico Acelerador de la Eólica Marina. De Villiers explica que, según un estudio del Crown Estate, habrá demanda de treinta posiciones en las costas del país con fines de demostración y experimentación, aunque solo está previsto de momento poner diez posiciones a disposición del sector hasta aquel año. Para resolver temas como el que plantea De Villiers, el Task Force (Fuerza de Choque) recomienda la creación de una comisión formada por la industria y el gobierno para atajar las 28 acciones que plantea como claves de conseguir una reducción del coste.
La confianza de los inversores
Por su parte, el Crown Estate señala que la realización de las acciones adecuadas brindará a Reino Unido el premio de una "industria líder" a escala global que movilizará inversiones y creará empleo a escala local. Además, hará que la eólica marina sea "competitiva" con las tecnologías fósiles y asimismo con la nuclear, con la que compite en la división de las tecnologías que no emiten gases de efecto invernadero. A diferencia del gobierno español, que ha paralizado el sector eólico nacional, el Crown Estate hace hincapié en la necesidad de un crecimiento constante y predecible para crear confianza entre los inversores.
En el estudio del Crown Estate han participado cien empresas y organizaciones durante un periodo de nueve meses. En su conjunto, los participantes identificaron tres caminos clave hacia la reducción de coste: las mejoras tecnológicas; el crecimiento de la cadena de suministros; y una reducción en los costes de financiación. También se ve necesaria una mayor competencia en los mercados de suministro de aerogeneradores, componentes, materiales y servicios; el desarrollo de máquinas con mayores tasas de rendimiento; y la optimización del proceso de cimentación en aguas profundas.