El IPPC señala que el cambio climático ya está aquí y está empeorando rápidamente. Su Quinto Informe de Evaluación (AR5) estudia la gravedad de los impactos que ya son visibles y afirma que podrían ser peores a medida que aumenten las temperaturas. Los científicos han analizado sus impactos, qué se puede hacer aún al respecto y qué pasaría si no se hace.
“Tenemos los medios para limitar el cambio climático – ha dicho Rajendra K. Pachauri, presidente del IPCC–. Las soluciones son muchas y permiten un desarrollo económico y humano continuo. Todo lo que necesitamos es voluntad de cambio que, esperemos, esté motivado por el conocimiento y la comprensión de la ciencia de cambio climático”.
Algunos de los datos que se destacan en el informe son:
• El hielo polar se está derritiendo mucho más rápido de lo previsto
• La acidificación de los océanos está ocurriendo a un ritmo sin precedentes, amenazando la vida marina
• 2001-2010 fue una “década de extremos climáticos”, de acuerdo con la Organización Meteorológica Mundial
• Desde mediados del siglo XIX, el ritmo de la elevación del nivel del mar ha sido superior a la media de los dos milenios anteriores. Los últimos datos de los expertos climáticos confirman una tasa de elevación de 3,2 mm/año, entre 1993 y 2010.
El IPCC incluso advierte que el cambio climático puede incrementar el riesgo de conflictos violentos en forma de guerra civil y la violencia entre los grupos por el hambre, las migraciones forzosas y otros conflictos derivados del cambio climático
Las grandes organizaciones ecologistas como WWF o Greenpeace ya han pedido a los gobiernos “que hagan caso a la ciencia y eviten los peligrosos efectos del cambio climático que ya se están notando. Ahora es el turno de los líderes mundiales” y tienen la oportunidad de hacerlo en la próxima Cumbre sobre Cambio Climático de la ONU, en Lima (Perú).
El informe es “una herramienta sólida y exhaustiva” para medir el esfuerzo global contra el cambio climático. Ha sido aprobado por los 195 miembros del IPCC, que incluye a los gobiernos, además de los científicos. Representa un “consenso científico extremadamente amplio y global” sobre cambio climático.
La COP20 de la ONU, que tendrá lugar en Lima (Perú) el próximo diciembre, es una “oportunidad” para mandar señales claras de su voluntad política y allanar el camino para “conseguir en 2015 en la COP 21 de París (Francia) el acuerdo climático que el mundo necesita”, apunta WWF.
Según Samantha Smith, responsable del Programa de Clima y Energía de WWF, “este informe deja claro que el cambio climático ya está afectando a las personas y a la naturaleza en todo el mundo. El informe también concluye que nosotros somos la causa y que nuestra adicción a los combustibles fósiles es la gran fuente contaminante que está cambiando nuestro clima”.
En palabras de Martin Kaiser, responsable de política climática en Greenpeace, “para los científicos, no hay duda acerca de cómo actuar frente al cambio climático. Los gobiernos tienen que prestar atención y eliminar gradualmente el carbón y el petróleo ahora o terminar haciéndolo más tarde a un coste mucho más alto. Sin embargo, aquellos que aprovechen el potencial de las energías renovables darán un salto adelante hacia un futuro sostenible”.
Las principales conclusiones del informe, a juicio de la organización WWF, son:
– No es demasiado tarde para evitar un cambio climático catastrófico. Una acción rápida y decisiva para abandonar los combustibles fósiles puede mantener el incremento de la temperatura por debajo de los 2ºC, que es el umbral señalado por la ciencia, y acordado por los gobiernos, para evitar un cambio climático peligroso.
– Existe un presupuesto de carbono, es decir, el límite de lo que podemos emitir, y ya se ha utilizado casi todo. A nivel mundial, las emisiones deben descender rápidamente, con un pico de emisiones esta década y disminuyendo hasta cero a mediados de siglo, si queremos evitar un cambio climático catastrófico. Los gobiernos, las empresas y, de hecho, todos nosotros, debemos dar pasos para conseguir la eliminación gradual de los combustibles fósiles por completo.
– La adaptación al cambio climático es fundamental, pero hay límites a la misma. Sin una acción inmediata sobre las emisiones y una limitación de los impactos, la adaptación no será suficiente para proteger las vidas, los modos de subsistencia y los ecosistemas de los que dependen las personas.
– Actuar para reducir las emisiones y adaptarnos a los impactos implica plantearse seriamente asuntos como la equidad y la justicia. Si no actuamos, pondremos en peligro los esfuerzos para reducir la pobreza y peligrará la seguridad alimentaria, el agua y los medios de vida de muchas personas en los países más pobres. También dejaremos a la juventud de hoy y a las generaciones futuras con un reto casi insuperable.
Por su parte, Greenpeace denuncia que “mientras países como Dinamarca se han comprometido al 100% de energías renovables en su sistema eléctrico y de calefacción para 2030, y avanzan en la dirección correcta, en España el Gobierno ha aprobado una reforma energética que supone un freno absoluto a las energías renovables, al tiempo da luz verde para proyectos de extracción de petróleo en sus aguas”.
“Las energías renovables y el uso inteligente de la energía son las formas más rápidas y más limpias para reducir las emisiones. Las tecnologías de captura de CO2 no tienen sentido si no atacamos el problema de raíz y abandonamos nuestra dependencia por los combustibles fósiles”, afirma Tatiana Nuño, responsable de la campaña de cambio climático de Greenpeace.
Greenpeace presentaba hace dos semanas un informe sobre la recuperación económica con renovables donde se demuestra cómo es posible un sistema eléctrico con el 95% de energías renovables para 2030 que supondría más de 3 millones de empleos.