No es la primera vez que el Bloque Nacionalista Galego (BNG) sale en defensa de la industria (nunca consolidada) del biodiésel en Ferrol. Ya en su día demandó, por un lado, que se aprobará la orden de asignación de cuotas de biodiésel a las industrias españolas y, por otro, una vez aprobada, denunció su suspensión. Ahora pide que, de nuevo vuelta a aprobar, resuelva con carácter urgente el proceso de asignación de cuotas a cada planta y dé marcha atrás en las medidas que perjudican gravemente a esta industria, según publica hoy Diariodeferrol.com.
Representantes del BNG y de los trabajadores ofrecieron una rueda de prensa tras una reunión con el comité de empresa de Infinita Renovables, una de las compañías con una planta de 300.000 toneladas de capacidad de producción afectadas por la crisis del biodiésel (sus 36 empleados están dentro de un ERE). En la comparecencia ante los medios, además de la solicitar que se agilice la asignación de cuotas, se presentaron una serie de medidas encaminadas a reactivar el sector del biodiésel en Galicia. Carme Adán, diputada del BNG, citó los cambios normativos como causantes de la situación “dramática” que viven las empresas y los cada vez menos trabajadores que quedan.
Una con un ERE, otra parada y la tercera sin llegar a arrancar
El Diariodeferrol.com cita algunas de las propuestas que hizo el BNG: instar al gobierno autonómico a que desarrolle una campaña de sensibilización sobre el reciclaje del aceite de cocina usado, incentivar la investigación en la obtención de biocarburantes de segunda generación, propiciar la participación de las empresas en proyectos de investigación cuando la cuenta de resultados sea positiva e implicar a los sectores naval y de la automoción en los programas de I+D+i para construir motores que pueden funcionar al 100 % con combustible biodiésel.
Además de la planta de Infinita Renovables, otra de Entaban situada igualmente en el puerto de Ferrol, con capacidad para 200.000 toneladas, y una tercera de Biocarburantes Peninsulares de 120.000 toneladas en Narón, en la misma comarca de Ferrol, son las tres instalaciones que sufren la crisis de un sector que nunca llegó a despegar. Tan es así que la de Entaban está parada y de la de Biocarburantes Peninsulares no se tiene constancia que haya producido un solo litro de biodiésel.