Las estimaciones provisionales que proyecta EurObserv’ER suelen variar cuando se incluyen los datos definitivos que aporta cada país, ya que hasta abril de 2014 no se conocieron los oficiales correspondientes a 2011 y las previsiones para 2012. Por ejemplo, para este año se dieron para España 260.000 tep, mientras que ahora, en el barómetro correspondiente a 2013, se corrigen al alza con 291.000 tep. Es decir, lo que en un principio se dio como una bajada (de 287.000 en 2011 a 260.000 en 2012), ahora aparece como un ligero incremento (de 287.000 a 291.000). En cualquier caso, España se sitúa dentro de un marco general de estancamiento europeo del que tiran Alemania y el crecimiento espectacular de Italia.
Italia ha pasado de sumar poco más de un millón de tep en 2012 a sobrepasar los 1,8 millones en 2013, casi el doble. Este notable aumento se debe principalmente a la aportación del biogás agroindustrial, que pasó de aportar 766.000 tep en 2012 a sumar 1,3 millones en 2013. Esta evolución se explica por la normativa sobre incentivos que aprobó el Gobierno italiano en julio de 2012, que impulsó tanto la instalación de plantas como los cultivos energéticos para abastecerlas. Sin embargo, EurObserv’ER prevé que esta tendencia bajará en 2014, ya que el mismo ejecutivo italiano ha reducido las tarifas al biogás de cultivos energéticos frente al de residuos orgánicos, lo que ha motivado que se construyan plantas más pequeñas.
Se acabó la era de los cultivos energéticos para el biogás
Algo similar a lo que ocurre ahora en Italia ha pasado en Alemania, donde el crecimiento se frenó hace tiempo, a pesar de que se mantiene como el país con la principal producción de largo. Los datos generales para la UE presentes en el barómetro de EurObserv’ER reflejan un aumento del 10,2% entre 2012 (12 millones de tep) y 2013 (13,3 millones de tep), inferior al 17% de 2012 y el 18% de 2011. Lo que se mantiene invariable es que la mitad de ese total lo aporta Alemania, con 6,7 millones de tep, de los cuales 6,2 millones proceden del biogás agroindustrial. Otros países, como el Reino Unido, confían la casi totalidad de su biogás a los vertederos: 1,5 de 1,8 millones de tep.
En España, según los datos que refleja EurObserv’ER, el aporte principal procede también de los vertederos (124.000 tep), seguido del biogás agroindustrial (102.000 tep) y del de depuradoras (30.000 tep). La producción cae en todos los apartados según estas estimaciones, salvo en la de electricidad procedente de las plantas. En este caso se suman los 802 GWh de las que solo producen electricidad más los 106 GWh de las de cogeneración. Los 908 GWh resultantes superan los 866 GWh de 2012.
No hay ninguna previsión concreta sobre la participación de España en la contribución del biogás al objetivo de producción y consumo de energías renovables en la UE hasta 2020 y 2030. EurObserv’ER, que sí repasa la situación en los principales mercados (Alemania, Italia y Francia), prevé un escenario global en el que los cultivos energéticos perderán peso a favor de los residuos agrícolas, ganaderos y alimentarios, entre otras cosas porque así lo quiere la Comisión Europea. Solo la extensión de la inyección del biometano en las redes de gas garantizaría una estabilidad del sector, pero este apartado, según EurObserv’ER, está pendiente de una armonía tecnológica y regulatoria.