"La imposición del casco para los ciclistas que circulen en ciudad frenará el espectacular incremento del uso de bicicletas de los últimos años y no reducirá el número de lesiones, como demuestran las experiencias en otros países". Lo dice Ecologistas en Acción, que difundió ayer un comunicado en el que explica que esa obligatoriedad "sería una mala noticia para unas urbes contaminadas y para el fomento de la movilidad sostenible". Por ello, esta organización pide a la Dirección General de Tráfico que no imponga el casco y que apueste, por el contrario, por "medidas que sí mejoran la seguridad de los ciclistas y peatones, como la limitación de la velocidad a treinta kilómetros por hora en cascos urbanos". Ecologistas en Acción se suma así a muchos grupos ciclistas, ayuntamientos y otras organizaciones que rechazan la intención de la DGT de imponer el casco, una medida de la que dicen "resulta poco efectiva, que es disuasoria y que además coloca la carga de la responsabilidad en los ciclistas".
El casco, recomendable en ciertas modalidades de ciclismo
La asociación ecologistas considera que el casco puede ser recomendable en ciertas modalidades de ciclismo deportivo (carretera, montaña, etcétera) pero que, "en vías urbanas debe ser voluntario". Según esta oenegé, la bicicleta es un vehículo "muy seguro, algo corroborado por las estadísticas; y no hay ninguna cifra objetiva de lesiones que justifique una medida como la que se pretende implantar". Es más, según Ecologistas, "la imposición de la obligatoriedad de uso del casco reforzaría en el imaginario popular la idea de que la bicicleta es un vehículo de alta siniestralidad". Según Ecologistas en Acción, además, "no se ha demostrado la eficacia del casco ciclista para prevenir lesiones en el caso de atropellos graves de ciclistas" (léase sobre el particular "El casco ciclista obligatorio en España. Análisis y perspectivas", ponencia de Ricardo Marqués y Vicente Hernández en el X Congreso Ibérico La Bicicleta y la Ciudad, celebrado a principios de mes en la ciudad de Vitoria).
Otras medidas son más eficaces, según los ecologistas
Los atropellos más lesivos solo se reducirán -aseguran los ecologistas- con otra clase de medidas. Así, señalan la reducción de las velocidades máximas legales permitidas en entornos urbanos y no urbanos; las políticas de calmado del tráfico y de desincentivación del uso de vehículos privados motorizados; el fomento del uso del transporte público y de facilidades para la intermodalidad; los planes y campañas de educación vial; etcétera, "medidas positivas no solo para los ciclistas sino también para los peatones y automovilistas". Entre las que esta organización le ve a la bicicleta, señala que "es un medio de transporte no contaminante, saludable, que apenas consume espacio público; es en sí mismo una medida de pacificación de las ciudades, y es además un revulsivo para atraer a que nuevas personas se animen a utilizarlo". La bicicleta y la marcha a pie -concluyen- son los modos sobre los que debería pivotar la transformación sostenible a de nuestras ciudades.
Campaña europea de recogida de firmas
Los ecologistas, por fin, explican que "en ningún país europeo cercano es obligatorio el uso del casco ciclista" y que "las experiencias existentes (Australia, Nueva Zelanda, Israel, parte de Canadá) de obligatoriedad legal de uso del casco ciclista han tenido como efecto la reducción del uso de la bicicleta. En ninguno de los casos se ha producido un descenso apreciable en el número de lesiones craneales". Esta organización y otras están impulsando actualmente una iniciativa legislativa europea para reducir la velocidad máxima de circulación en cascos urbanos a treinta kilómetros por hora: "esta medida -aseguran- sí podría reducir los accidentes de forma efectiva, garantizando mayor seguridad para ciclistas y peatones, y al tiempo que animaría a un uso más masivo de la bicicleta en ciudad". La campaña de recogida de firmas para lograr esta medida a escala europea continúa a través de internet y en eventos en todo el estado.