El martes 19 el Secretario de Estado de Energía, Alberto Nadal, acudió a la presentación del Balance Energético 2012 y Perspectivas 2013. Y dijo cosas que ya sabíamos, como el descenso de la demanda eléctrica, que hay exceso de potencia en el sistema, principalmente de ciclos combinados de gas, etc.
Pero refiriéndose a los productores de renovables, dijo que “no se podían dejar grabadas retribuciones en piedra durante 25 años”. Y así, de piedra, me quedé yo al escucharlo. Cuando las inversiones que necesite el Estado sean amortizables a largo plazo, quién se las va a creer si se harán depender de las coyunturas económicas y políticas que no ha provocado el que tenga que invertir.
Por otro lado, tenga la seguridad este Gobierno que los productores de renovables, además de que ya nos hemos apretado el cinturón bastante, nos lo apretaremos todo lo que podamos. Pero queremos ver también que el Gobierno que nos pide ese sacrificio hace políticas consecuentes con su petición. Sin aplicar la ley del embudo. Y eso no lo percibimos los ciudadanos.
Lo único que ha adelgazado en la Administración han sido los sueldos de los funcionarios, pero el gasto público y las sociedades y organismos en los que se aparcan muchas de las veces a los que hay que mantener porque llevan en el partido no sé cuánto tiempo, esas no parece que tengan que ver con las coyunturas económicas.
Háganselo mirar por favor. Y no se olvide, que los productores de renovables también somos contribuyentes y consumidores, y no solo de electricidad. Y votantes. Si como se rumorea, rumor que se achaca directamente al Secretario de Estado de Energía, las plantas de decenas de miles de inversores acaban en manos del “banco malo”, habremos asistido a una demostración de la debilidad de los sucesivos gobiernos que no se atreven con las poderosos dominantes de mercado y sí con el temeroso votante, eventualmente inversor que creyó lo que decía el BOE.
La otra cosa de Nadal que me dejó preocupado es que afirmó que la inestabilidad financiera acarrea inestabilidad regulatoria. Probablemente sea cierto en países de tercer orden donde a la mínima oportunidad, empresas españolas son expropiadas de forma abusiva, víctimas de un gobierno al que creyeron para invertir. Sin embargo, considero que precisamente en países como el nuestro, es la inestabilidad regulatoria la que ha provocado que el dinero huya de España y que nuestra prima de riesgo, siga por las nubes.
A la vista de los resultados de las reformas emprendidas, queda claro que estrangular a las renovables no frena el incremento del déficit. Que las ventajas en forma de contención del mercado mayorista, de ahorro en emisiones y de importación de combustibles fósiles, así como la contribución al equilibrio de nuestra balanza comercial son mayores que el coste de las primas y que el mundo entero, incluidos los países productores de petróleo, apuestan por las tecnologías limpias y autóctonas que España lideró hace tiempo y cuyo tren, nos resistimos a perder.
* Gesternova es agente de mercado ante OMIE, REE y CNE, y comercializadora de electricidad que suministra exclusivamente energía de origen 100% renovable.