La Organización de la Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) se presentó previo al comienzo de la 21ª Conferencia de las Partes del Convenio sobre Cambio Climático (COP21) como valedora de los bosques ante dicha cita. “La agricultura, la silvicultura y la pesca podrían ser una fuerza transformadora en la respuesta global al cambio climático si la comunidad internacional adoptara sistemas alimentarios más resilientes, productivos y sostenibles” afirmaba días antes de comenzar la cumbre. Hoy mismo el Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales y Graduados en Ingeniería Forestal y del Medio Natural incide en esa línea.
En una nota de prensa, el colegio afirma que “los bosques son los mejores sumideros naturales terrestres de carbono, son unos magníficos aliados en la lucha contra el cambio climático por su capacidad para fijar CO2”. Por este motivo entienden que en París “deben ser considerados como parte de la solución y deben contar con un compromiso presupuestario para su gestión sostenible”. Recuerdan que los bosques en España fijan anualmente el 37% de nuestras emisiones de CO2 y acumulan 4.374 millones de toneladas.
Luchar contra el cambio climático produciendo madera y energía con biomasa
El Colegio de Forestales afirma que “los bosques y la gestión forestal son esenciales en la mitigación y adaptación al cambio climático, en la protección y preservación de los recursos hídricos, en la producción sostenible de biomasa como recurso energético y como material de construcción y en la conservación y mejora de la biodiversidad”. Por todo ello piden que de la COP21 salga “un compromiso económico con la gestión sostenible de los bosques, para que sean parte de la solución y los efectos del cambio climático no los pongan en peligro”.
Otras demandas que el colegio eleva a la cumbre de París son el reconocimiento de la fijación de CO2 por los bosques y su contabilidad en el mercado de emisiones, una apuesta por el consumo de productos renovables, naturales y ecológicos como la madera, almacén de CO2, y otra apuesta por las energías renovables, como la biomasa forestal. “El uso de biomasa forestal con fines energéticos, o de madera en la construcción, por ejemplo, es una forma de luchar contra el cambio climático”, apostillan.