A veces orienta echar un vistazo comparativo entre el Índice de precios de biomasa que elabora la Asociación Española de Valorización Energética de la Biomasa (Avebiom) y el Informe de precios energéticos: combustibles y carburantes del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) para saber de partida que vamos a ahorrar un 25% si utilizamos el pélet más caro, el de sacos de 15 kilos (6,08 c€/kWh), que el gasóleo C (8,09 c€/kWh).
Por cierto, el IDAE ha eliminado los precios de los biocombustibles sólidos de su tabla, donde quedaba patente a primera vista el ahorro entre el uso de estos y los fósiles. Ahora hay que recurrir al índice de Avebiom, donde se constata que ha disminuido la brecha entre el coste del gasóleo y el del pélet entre 2012 y 2014 debido al incremento de precio de este último.
Pero ese ahorro puede ir a más dependiendo del biocombustible, de la ubicación de una vivienda, del tipo de caldera, del consumo de cada usuario… Por este motivo, el Gobierno de Navarra tiene colgada de su página web una herramienta informática (también está disponible como aplicación para móviles) que “permite a los ciudadanos conocer el coste estimado de la instalación de un sistema de calefacción mediante biomasa y el ahorro anual que supondría en su factura energética”. La aplicación se dio a conocer durante la celebración en Pamplona de la reciente II Feria de la Biomasa Forestal de Navarra.
Cálculos para viviendas, piscinas, hoteles y edificios públicos
Según explican desde el Gobierno foral, “la calculadora ofrece, de forma aproximada, el coste de la instalación elegida, el consumo anual de combustible según la superficie a calefactar y si se desea calentar el agua caliente sanitaria o no, el ahorro anual aproximado que supondrá respecto a su anterior instalación de gas o gasoil y la rentabilidad o viabilidad del sobrecoste de la instalación deseada”. Para ello es necesario introducir parámetros como la ubicación del edificio, el año de construcción, si ha habido reformas para mejorar el aislamiento, la orientación y el tipo de caldera que se desea instalar.
La previsión puede ser más precisa si se añaden datos sobre el consumo real de la vivienda o edificio, aunque desde el Departamento de Desarrollo Rural, Medio Ambiente y Administración Local advierten de que “para que el cálculo sea más exacto se recomienda solicitar asistencia técnica individualizada, ya que los parámetros que intervienen varían en función de las distintas calidades de las calderas y de las posibilidades de inversión establecidas por el usuario”.
La calculadora del Gobierno de Navarra admite la consulta sobre pisos individuales, vivienda unifamiliar, bloque completo de viviendas, piscinas y polideportivos, edificios públicos y hoteles. Eso sí, los parámetros geográficos se circunscriben solo a esta provincia. Si queremos aproximarnos a consultas sobre otras partes de España hay que entrar en calculadoras como la de Sol i Clima, que este portal ya dio a conocer en 2009.
