"Venimos simplemente a trabajar, como uno más, a arrimar el hombro al tajo"
Canción de "La Bullonera" (1976)
Mientras el rodillo de los recortes y las leyes injustas nos pasa por encima una y otra vez, la ciudadanía, lejos de tirar la toalla, se organiza para construir entre los escombros y abrir rendijas a la esperanza del cambio de modelo (ya no solo energético).
El pasado mes de mayo se celebró (en 10 ciudades españolas simultaneamente) la Asamblea General de Som Energia, cooperativa ciudadana de productores y consumidores de electricidad renovable. Fué, frente a la dictadura de los oligopolios, una fiesta de la democracia donde los socios decidieron con responsabilidad sobre los asuntos que afectan a su suministro energético.
Som Energia, que surgió en Gerona en diciembre de 2010, ha superado en poco tiempo los 8.500 socios que organizados en 50 grupos locales se distribuyen por todo el territorio nacional. El milagro ha sido posible gracias a la generosidad y la inteligencia colectiva puesta en marcha, desmontando uno a uno todos los tópicos que nos repiten una y otra vez.
La generosidad de un ciudadano de la rica Europa del norte que, sin pedir nada a cambio, ha puesto su creatividad, tiempo y dinero al servicio de la construcción del proyecto común, la generosidad del grupo promotor catalán que ha querido y sabido abrirlo a todos sin distinción, la generosidad en fin, de tantas personas que en todo el Estado español han sumado voluntades y esfuerzos con la alegría de trabajar por algo que consideran justo y urgente: construir una alternativa al oligopolio eléctrico con criterios de economía social.
Paralelamente al crecimiento de Som Energia, el otoño pasado surgió en Madrid la Plataforma por un Nuevo Modelo Energético que con un espíritu reivindicativo e integrador agrupa a personas, colectivos sociales, organizaciones ambientales, sindicatos, organizaciones empresariales y partidos políticos sin distinción alguna, para romper la barrera informativa de los medios de comunicación general y pedir un cambio en el modelo energético.
Solo en lo que va de año han sido capaces de realizar acciones tan reseñables y necesarias como denunciar ante la Fiscalia Anticorrupción las puertas giratorias entre politicos y eléctricas, exponer los problemas del sector eléctrico español ante los responsables energéticos europeos, proyectar en más de 50 ciudades el magnifico documental Oligopoly2 y, sobre todo, aglutinar a gente de todo tipo en torno a un activismo incansable, que recorre el país de punta a punta transmitiendo su mensaje y energía. Ciudadanía activa puesta en pie y suma de inteligencias en acción que se extiende como la pólvora por toda España.
Ambos son ejemplo de iniciativas que se desarrollan a pesar de la precariedad, sin dinero de los bancos ni subvenciones de los políticos, con pequeñas aportaciones de aquellos que han querido y podido contribuir, y mucho, muchísimo trabajo.
Asi se está oponiendo al pesimismo de la crisis, la alegría y voluntad de la gente digna que trabaja por aquello que sabe justo y urgente, creando lazos y construyendo alternativas frente a los que se afanan en destruir lo que es de todos.