El debate y el avance en proyectos empresariales y tecnológicos con hibridación entre biomasa y termosolar han llegado para quedarse. Si en días pasados movían ficha empresas como Abantia, Comsa Emte, Solarlite y Sialsol, con la asociación Protermosolar apoyando las iniciativas, ahora es el CTAER el que, desde la investigación y el desarrollo tecnológico, asienta la apuesta. El centro ha conseguido completar la financiación de un proyecto tras la aprobación por la Consejería de Economía, Innovación y Ciencia de la Junta de Andalucía de un incentivo del 62,6% de la inversión total
El 37,4% restante de la inversión, que en números redondos asciende a 1.751.113 euros, lo aportará el CTAER mediante capital privado. Durante 30 meses, investigadores del centro y de una empresa del sector impulsarán un proyecto que, en su fase inicial, “establecerá las características básicas y la ingeniería de una central termoeléctrica híbrida solar-biomasa de carácter experimental, a fin de que en una segunda etapa sólo haya que construirla, medirla y evaluarla, para que las empresas hagan de ella un producto comercial”, según el comunicado hecho público por el CTAER.
Gasificación de la biomasa y método para analizar la rentabilidad
En la misma nota se especifica que “los trabajos previstos incluyen una etapa de experimentos para analizar el comportamiento de algunas partes importantes del proceso, como el gasificador alimentado por biomasa y el sistema de potencia al que se tendrán que acoplar las dos tecnologías de energías renovables (la solar y la de biomasa)”. El resultado final se plasmará en un software de simulación de una planta piloto para su desarrollo industrial. El proyecto no olvida la rentabilidad económica del proceso, por lo que incluye un método para describir con precisión la rentabilidad de plantas híbridas y una herramienta de soporte informático complementaria.
Valeriano Ruiz, presidente del CTAER y de Protermosolar, insiste en que “el sistema eléctrico del futuro se tiene que basar en energías renovables y, sin duda, la solar debe ser la base de ese sistema, bien sea con fotovoltaica, bien con solar termoeléctrica. En este último caso, es necesario que se complemente con una fuente almacenable que haga gestionable el conjunto; es obvio que la biomasa es la renovable almacenable, por lo que una hibridación solar-biomasa es lo ideal”. Además, recuerda, “el concepto de cogeneración no puede olvidarse en cualquier caso”.
Mejor con biomasa que con gas
Para Ruiz, la incorporación de la biomasa conlleva también elementos positivos desde el punto de vista de la ubicación de las plantas: “permite que donde haya menos radiación solar directa, que normalmente coincide con lugares donde hay más biomasa, puedan hacerse centrales eléctricas bien equilibradas con las dos fuentes energéticas”.
El anuncio del CTAER llega poco después de que Xavier García, doctor ingeniero aeronáutico responsable junto a Greenpeace de los informes Renovables 2050 y 100% Renovable, afirme en una entrevista en este portal que el consumo de gas por parte de las centrales termosolares es un error de la regulación al permitir la hibridación. “En lugar de reconocerla como que tú estás quemando gas, pues el gas que te lo paguen al precio de un mercado, a dos o tres céntimos, y lo que venga del sol que te lo paguen a los 20 céntimos de prima”. Así debería ser según García, pero el resultado es que “todo va al mismo cajón: te dejamos hibridar con gas hasta un 15% y te vamos a pagar todos los kilovatios hora que salgan como si fueran termosolares”.
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