El presidente del Consejo, Herman Van Rompuy, en la protocolaria "carta de invitación a participar en el Consejo Europeo" -que envía a todos los presidentes de gobierno de los estados miembro- se felicita por la posibilidad de abrir "un debate estratégico sobre la cuestión clave de la política energética y la competitividad" y formula a los miembros del Consejo Europeo varias preguntas: "con objeto de potenciar la competitividad, el empleo y el crecimiento en la Unión Europea (UE), ¿qué debemos hacer para incrementar aún más la eficiencia energética? ¿Y para seguir desarrollando nuestros propios recursos internos? ¿Y para conseguir una política energética más previsible, que es condición indispensable para atraer las necesarias inversiones hacia una infraestructura en ergética moderna?". El Consejo Europeo reúne a los jefes de Estado o de Gobierno de cada país de la Unión y al presidente de la Comisión (Rompuy preside). La función del Consejo es "fijar el rumbo y las prioridades políticas generales de la UE".
El compromiso del Europarlamento
Por otro lado, el Parlamento Europeo adoptó ayer, en sesión plenaria, el Informe Reul, que solicita a la Comisión Europea que proponga un Objetivo 2030 "vinculante" en materia de energías renovables. Según el presidente del European Renewable Energy Council (EREC), Rainer Hinrichs-Rahlwes, este voto confirma el compromiso del Parlamento con las políticas de promoción de las energías renovables, energías que están llamadas a ser la clave del futuro de Europa, "y envía un mensaje muy fuerte tanto a la Comisión Europea, que está debatiendo actualmente cuál debe ser el Marco 2030 en materia de energía y política climática, como a los Estados Miembros". La votación tuvo lugar ayer, víspera de la reunión de jefes de estado que discutirá hoy en Bruselas la política energética. En la votación de ayer, el Parlamento Europeo -ha declarado Hinrichs-Rahlwes- "ha mostrado su compromiso con una política que ayudará a crear empleo y ahorrará recursos y gases de efecto invernadero mientras que, a la vez, permitirá mantener el liderazgo mundial, e impulsar la competitividad, de Europa".
Votación ajustada
Curiosamente, el mismo Parlamento Europeo (PE) le dio un varapalo a la lucha contra el cambio climático el mes pasado en votación sobre el mercado de derechos de emisión de la UE, pues dijo "no" al retraso de la subasta de 900 millones de permisos de emisión de CO2. La Comisión había propuesto retrasar al bienio 2019-2020 la subasta de esos permisos, en principio prevista para el período 2013-2015. El motivo esgrimido para justificar esa propuesta de retraso es, grosso modo, que el precio del CO2 ya está bastante por los suelos como para inundar el mercado ahora con más permisos (el CO2 cotiza hoy a 5 euros por tonelada; estaba a 30 en 2008). Pues bien, por muy estrecho margen (334 contra 315), el Parlamento Europeo ha dicho "no" a esa prórroga. Según los expertos, la crisis económica -que ha conducido a una bajada de la demanda por cese de actividades o menor intensidad de otras- es la responsable de este exceso de oferta. Y, al haber exceso de oferta de derechos de emisión, el precio de estos baja. La propuesta, apoyada por los socialistas, ha encontrado el rechazo de los eurodiputados conservadores (la excusa ha sido que una subida del precio del CO2 podría perjudicar la competitividad de las empresas).