El Balance Ambiental del Año 2015 que acaba de presentar Ecologistas en Acción es duro desde el primer párrafo: "la justicia climática, la descarbonización, la financiación adecuada, los derechos humanos, la perspectiva de género, y las refugiadas y refugiados climáticos han quedado fuera del texto final [del Acuerdo salido de París] desoyendo las reivindicaciones de la ciudadanía". Ecologistas denuncia a continuación "la llegada de las primeras arenas bituminosas desde Canadá, la presentación de las primeras solicitudes para empezar a perforar mediante fractura hidráulica en Burgos y nuevos vertidos de fuel en las costas, esta vez de Canarias, mientras que, simultáneamente, se siguen poniendo trabas a las renovables y se mantienen abiertas las centrales nucleares con dudosas maniobras".
El año de los fabricantes que mentían
Los ecologistas también consideran como hito del año "el destape de los fraudes de la industria automovilística, principal sector emisor de gases de efecto invernadero y asimismo de otros contaminantes que matan al año a miles de personas". Afortunadamente -se felicitan-, la preocupación por las consecuencias de la mala calidad del aire de nuestras ciudades "parece que sí encontró durante 2015 algo de eco". Así, la oenegé señala como positivo el hecho de que ciudades como Madrid o Valladolid hayan comenzado "a tomarse algo más en serio el tema poniendo en práctica algunas medidas (...), pasos aún tibios que necesariamente deben ampliarse". En mitad de todo ello, en junio, Ecologistas publicaba su informe anual sobre calidad del aire en el Estado español, "recordando que un total de 44,7 millones de personas respiraron aire contaminado".
De incendios y constructores
El Balance Ambiental de 2015 denuncia en tercer lugar la aprobación de la Ley de Montes, "que permite la construcción en zonas incendiadas y perjudica el trabajo de los agentes forestales". Precisamente en estos días de diciembre, los bosques del interior de Santander (y los de otras áreas de la cornisa cantábrica) arden, en el seno de una oleada de incendios sin parangón en la historia reciente de España. "Pero, sin duda -matiza Ecologistas en su informe-, el gran ejemplo en 2015 de cómo las instituciones se ponen al servicio del capital ha sido el Tratado Trasatlántico de Libre Comercio (TTIP en sus siglas en inglés)", un acuerdo multinacional (Europa-Norteamérica) contra el que Ecologistas se ha manifestado sumamente beligerante a lo largo de todos estos meses porque considera que antepone los intereses de las multinacionales a los de la ciudadanía.
Buenas noticias
Pero no todo han sido malas noticias para el medio ambiente en el año 2015, según Ecologistas. La oenegé destaca en su balance ambiental la línea editorial del Papa Francisco: "el mismo Papa manifestó durante 2015 en su primera encíclica -señalan los ecologistas- la grave responsabilidad del sistema económico, de la política internacional y local y de la cultura del consumo de masas en la destrucción del planeta y la pobreza. Si no fuera por su tratamiento de los temas de género -concluyen los ecologistas su cita-, cualquiera diría que el Papa Francisco es un fiel lector de nuestra línea editorial". Otra buena noticia -añade esta oenegé ambientalista- ha sido la aprobación de las primeras 82 reservas naturales fluviales, algunas de ellas propuestas por la propia organización de defensa de la naturaleza.
La voz de la ciudadanía
El Balance Ambiental 2015 de Ecologistas concluye además con una nota de optimismo: "la ciudadanía organizada en los movimientos sociales y algunos de los movimientos políticos a diferentes escalas que están permitiendo cambios en las formas de participar en la política -dicen- están abriendo ventanas de oportunidad". Ecologistas en Acción considera que "el futuro será ecologista o no será". Esta organización no gubernamental manifiesta con rotundidad asimismo que "es posible construir alternativas –muchas ya existen– que nos permitan transitar hacia escenarios menos dependientes del expolio de los recursos del planeta y con menos impacto en la naturaleza y en las personas más desfavorecidas".