ATERSA es una de las pocas empresas fotovoltaicas que ha conseguido el certificado de Huella de Carbono, según informa la propiea empresa.
La Huella de Carbono calcula la totalidad de los gases de efecto invernadero (GEI) emitidos por causa directa o indirecta a lo largo de toda la cadena de valor del producto, valorando, de este modo, el impacto real de sus módulos en el entorno. Dicha huella se expresa en toneladas de CO2 equivalentes y queda representada mediante su correspondiente ecoetiqueta.
ATERSA ha cerrado el año 2012 con una huella de carbono de 23 g CO2e/kWh, lo que supone un tiempo de retorno de la energía (Energy Payback Time) para la fabricación de dicho periodo inferior a un año (considerando una vida útil del producto de 30 años). Para 2013 ATERSA tiene previsto establecer medidas para mejorar la cifra.