Alemania, que prevé clausurar todas sus centrales nucleares en los próximos ocho años, instaló el año pasado 7.604 MW solares fotovoltaicos (FV), frente a los 194 MW -informa Anpier- que se colocaron en nuestro país. La asociación española considera "vergonzante" que el Ejecutivo Rajoy esté intentando vender la energía solar, puertas afuera, como ejemplo de la Marca España, cuando, puertas adentro, "ha desmantelado todo su potencial [el del sector fotovoltaico] y ha traicionado la confianza de los inversores, realidad esta más conocida fuera de nuestras fronteras que dentro de ellas". Según Anpier, España, que pasa por ser "uno de los países desarrollados con mayor potencial para la generación de energías renovables, en especial fotovoltaica, está marginando estas tecnologías sostenibles y responsables en favor de aquellas que están en manos de las grandes eléctricas, contaminantes y peligrosas, lo que explicaría que, a pesar de soportar una de las facturas más caras del mundo, los españoles tengamos acumulado un supuesto déficit de tarifa, superior a los 30.000 millones de euros, frente a un oligopolio de empresas cuyo margen de beneficios dobla al del resto de operadores europeos del sector".
El ilusionismo regulador
En el comunicado que ha difundido hoy, Anpier explica, además, que "en unos meses, se conocerá el laudo arbitral del litigio presentado en Ginebra por 14 fondos internacionales contra el Reino de España por el recorte retroactivo de las primas fotovoltaicas, y que, según los analistas, será favorable a estos fondos, que tendrán que ser indemnizados por el Estado español". Los recortes retroactivos practicados por el Estado sobre las inversiones en energías renovables -añade la asociación- "han cuestionado gravemente la seguridad jurídica de España y lastrado la inversión en sectores regulados, tal y como han manifestado públicamente los más importantes fondos internacionales de inversión". La UE -concluye el comunicado- "ha expresado su desacuerdo con la retroactividad que sufre el sector renovable español y ha señalado al exceso de retribución de las grandes eléctricas como la causante del déficit de tarifa; sin embargo, las renovables, son el chivo expiatorio de todos los males, utilizando como argumento el incremento de primas, que, en realidad, es fruto de la configuración equivocada del sistema, que las remunera como coste regulado en lugar de como coste de producción, lo que genera la ilusión de que las primas crezcan, cuando los productores reciben, en realidad, una remuneración fija que ha sido recortada hasta en un 40%".